Continuamos sin muchos avances en el tema de la expresión verbal, a la que podríamos calificar de, bueno, para qué calificar nada... A la palabra agua y al mamá y papá hemos añadido el nombre de su abuela y su sabor favorito de yogur:
A ver Cocoliso cómo se llama la nona?
Alla contesta....lanzando una sonrisa acreedora de jaleos y vítores varios.....
Cómo????
Ana!..y se aplaude él agitando mucho los brazos y mirándonos a todos uno por uno, apretando los dientes en una sonrisa atómica porque sabe que ahora sí que si.....y que nos ha dejado con las patas colgando.....
Yo le veo como chuletilla e intuyo que en sus conexiones neuronales sobrevuelan, tratando de dar con el hemisferio que gobierna el lenguaje, las expresiones: “se os van a caer los palos del sombrajo” o el menos académico: “atentos todos que os vais a cagar.....”
Tú de qué quieres el yogur cariño
Kou-Ko.......lo dice redondeando la boquita con precisión y frunciendo el ceño en un esfuerzo por dejar claro que el yogur lo quiere de coco y que no admite fraudes, de hecho, hace sus comprobaciones, observando muy atentamente el dibujo que adorna el vaso de yogur mientras lo sostiene en vilo a medio palmo de sus ojos....A continuación lo deja en la trona, le quita la tapa y antes de meter la cuchara se reafirma mirándote muy sonriente: Kou-Ko.....
Hemos considerado que puede ocurrir que realmente su sabor favorito sea el de Frutas del Bosque...pero que por economía lingüística haya decidido que el proyecto le queda demasiado grande y que el de Kou-Ko también se deja comer.....
Estos son los avances de nuestro pequeño Castelar: ....mamá, papá, abua, Ana y Kou-Ko...... No me digáis que no se sale....con 23 meses, un crack.....
Pero una cosa es hablar y otra cosa es comunicarse, ..y eso hay que verlo. El otro día cuando llegué a casa de mis padres a mediodía le dice mi hermano mayor a Cocoliso: Cuéntale a mamá lo que te ha ocurrido con el baúl de los juguetes....
El pequeño hooligan me trincó de la mano, me llevó corriendo al baúl, se marcó una reconstrucción de los hechos con la tapa cerrándosele sobre la cabeza, todo con un dramatismo conmovedor, se movía corriendo alrededor del baúl, dando voces y tocándose el melón. De colofón, el pequeño falsario imitó el llanto de un bebé con ojos guiñados y boca de puchero, haciendo un buaaa engolado y lastimero....De repente paró la interpretación del llanto, salió corriendo, señaló a la nona al tiempo que se aplicaba el cura-sana, se fue corriendo a la nevera gritando ahhh, señaló al abuelo e hizo un “mmm” muy laaaargo relamiéndose y fingiendo sostener una cuchara.....
Comprendí perfectamente que la nona le había cantado el cura-sana por el golpe y que fue mi padre quien para consolarle, le había dado un par de cucharadas de leche condensada....
Cuando termina de contarme todo y observando con satisfacción cómo me reía al ver toda esa representación oscarizable, me mira divertido y abre los brazos para que me incline a achucharle.....
Nos abrazamos con mucho amor.. y los besos, quetecomos y tequieros de su madre animan al muy bandido a volver la vista hacia el abuelo, con las cejas levantadas e increíblemente interrogativas, señalando con su dedito índice la nevera ...