En diciembre claro que me han pasado cosas, lo que ocurre es que he estado muy perraca para escribir, las cosas que me han ocurrido son exactamente las mismas que le han ocurrido a todo el mundo: nochebuena, nochevieja, reyes, intendencia, presentes, y alguna bronca para liberar tensiones....así que para qué clavarse mucho con esto.....
Si añadimos la presencia del hooligan en mi vida y que yo de adulta nunca había celebrado la navidad hasta ahora, pues el resultado ha sido claro, la realidad va por un lado y yo por otro.....Cocoliso está medio atocinado de la vida aún y yo desatada con las navidades, tratando de compartir con él todas las movidas de folclore y atrezo: árboles, papá noeles, reyes magos, camellos, dealers..... Al final para nada, porque tuve que rendirme a la evidencia de que el gordopilo se entera bastante regulero de estas vainas...
Así que apelando a mi visión práctica, durante el tiempo que he estado de vacaciones, le hemos ido dejando cada mañana un regalo, sin horarios ni fecha en el calendario como el quererse.........corre Cocoliso, que han venido los reyes,.... así el día 2, el día 3, el día 4........Era absurdo esperar al 5 y hemos tenido cancha y diversión todas las vacaciones.
Releo la última frase del párrafo anterior y me chirría la piñata...... hemos tenido cancha y diversión todas las vacaciones....la virgen, si parezco una absurda de ésas que obtiene buenos resultados con sus tejemanejes y deja caer su frase de autocomplacencia......
Cancha y diversión......se puede ser más hortera???
En fin, dejemos las navidades que solo llevan al onanismo mental y sigamos con el resto de cosas que ocurren en diciembre:
El puente. El de diciembre. Me lo cogí a saco, toda la semana... y nos fuimos cuatro días a la casa rural de nuestro noviazgo, una casa para huéspedes, donde viven los dueños, en un pueblo sin bares, sin tiendas, como muy bucólico todo.
Hace ya unos años nos sentábamos en el salón de aquella casa mi futurible y yo, frente a la chimenea, acompañados por las frascas de espirituosos silvestres, que de silvestres tenían solo el nombre: licor de moras, licor de grosellas, todo mentira, porque lo único que había en esas frascas eran los mismos grados que en una circunferencia, algo que creas que no, te animaba sacar el trivial a horas intempestivas.
En tu incipiente enamoramiento evitabas las preguntas de historia para no quedar como una pamplinas con tu chico y te lanzabas a por el quesito de arte y literatura para que tu socio estuviera mucho por tí.....
Pero claro, como aún eres muy sopazas y te falta rodaje, a esa mismita casa rural llenita de esos recuerdos de tu primera etapa de lujuria y excesos, vas y te llevas a Cocoliso, a Conan el Destructor.
Como no le gusta la comida de allí decides comprar un potito y unas salchichas para que te las hagan los dueños de la casa a la hora de cenar......y te das cuenta que el pueblo bucólico no tiene tiendas....y tu primera excursión no es a las cascadas del río de Orbaneja del Castillo no, es a una ciudad espantosa en la que entras a un Eroski a comprar....y ya que estás en la civilización aprovechas y compras un libro de pegatinas y un tractor para que Cocoliso no arrase con la decoración de la casa rural, que es de ésas que aparecen en las revistas especializadas del Vips......hasta en nuestro dormitorio había un escritorio con una máquina de escribir antigua.... Para temblar.........
Cocoliso lo pasó genial, tirando piedras al río y asilvestrado todo el santo día. Como hacía un frío de cortar, se le ponían lo papos de la cara coloraditos, algo que le daba un aire de cazurrillo totalmente deglutible.
Se prendó de un cachorro de gato al que cogía en brazos para que ronroneara amoroso en su pechito y recurro a esta vivencia para contársela cuando no se quiere ir a dormir.......
Ahora cuando evoco el recuerdo de la casa, aparecen estas nuevas imágenes de mi bebote...y me encanta ver las fotos del cuasilactante jugando frente al fuego....Pero deberíamos haber ido a otro sitio, a cualquier otro......porque las dos hostias de tu nueva realidad te las llevas, te pongas como te pongas, aunque la sarna sea gustosa y no pique, que también algo pica.....
Más cosas de diciembre:
Las taradas. Mis amigas las taradas. Estuve con ellas un finde apoteósico de diciembre. Como una de ellas no vive en Madrid cuando viene a visitarnos pues como que enloquecemos y vamos como aceleradas a todos los lados, muchos planes, hacer muchas cosas........Al final la más sensata, o sea yo, decide poner fin al frenesí orgiástico de las quedadas y organizar la quedada por antonomasia, la quedada con saborcito a casero, con hielitos del chino, con amor de hogar, con cinco niños cenando en
la cocina... Si, en mi casa, ese agujero negro del que nadie puede salir, ni temprano, ni sobrio.....
Miserias varias. Orden y asepsia doméstica. Aprovechando los días de asueto, decidí ir a Ikea y tirar algunas mierdas que tenía por casa, yo me deshago de todo recurriendo al sinpi, pero a mi chico lo del sinpi le supera......
-Venga Flánagan, si ponemos orden en casa hay que hacer un sinpi, no lo pienses más....
-Bueno, pero vamos a ver, de qué estamos hablando en concreto......
-De la mesa esa espantosa para restaurar que nunca restauramos, de todos esos papeles del banco, de ese cajón lleno de cargadores.....Nos deshacemos de todo, sinpiedad.
Y por último la comida de empresa, a mi me gusta ir, es una ocasión tan buena como cualquier otra para salir y enredar un poco, el único problemilla que le veo yo al tema es que la gente bebe más de la cuenta y que a la gente le da por largar.....
El tema a debatir es bastante previsible porque los asuntos del sanedrín suelen ser dos: o temas escabrosos de la empresa o temas escabrosos de tu vida.....
Al principio sueles estar acompañada por algún amigo tuyo tan tarado y bala perdida como tú, pero ese primer apoyo solo dura los primeros compases del encuentro. Cuando están próximos los últimos estertores, tú ya estás en plena hemorragia verbal con cualquier descerebrado o descerebrada con el que normalmente en la empresa no sueles confraternizar demasiado....
Lo más grande es que el reencuentro en la oficina suele ser demoledor.....incluso algún infeliz hace lo que no se debe hacer jamás: chicas, el día de la comida creo que me pasé, es que yo no tengo costumbre de beber,...lo de que hace un año entero que no me acuesto con mi marido que no se por qué lo dije, que nosotros estamos muy bien......
Y tú la miras y piensas: no insistas, eras mucho más cachonda con dos copas de más......